¿Quién no soñó con entrar a un casamiento donde alguien grite "yo me opongo"? Esa frase de tres letras, tan conocida mundialmente, casi un cliché de las películas románticas, pero tan pocas veces utilizada en la vida real, donde tenemos controlados nuetsros impulsos y la vida nos empuja a adaptarnos a la realidad.
"Siempre lamentas lo que no dices"
Cuánta razón...Pero al mismo tiempo, qué difícil es decir las cosas en el momento justo...Pareciera como si todas las excusas posibles se aparecieran, para que puedas esconderte fácilmente en ellas..."No pude decirle, justo vino Mengano o llamó Fulano..." Siempre llega algo que parece caído del cielo para evadirnos.Entonces uno, inconciente, sin culpa, deja pasar el tiempo (o el tiempo pasa de uno) y cuando nos queremos dar cuenta ya es demasiado tarde, ya no encaja con el espacio-tiempo actual, porque las cosas están en constante cambio, no siempre vas a tener las mismas oportunidades
Pero también uno no siempre tiene el derecho de permanecer en silencio. Las situaciones nos ponen entre la espada y la pared: no le digas, porque no te conviene, y por dentro vos sabés que es algo que tenés que hacer, es ahora o nunca.
Puedo asegurar que las consecuencias son mucho más terribles si callás y te quedás con la duda, de lo que pudo haber sido.
"La verdad, duele, la mentira mata, pero la duda...tortura"
Gracias Taylor por la inspiración
